Esto significa que el PIB y las nuevas necesidades de petróleo crecerán al mismo ritmo, un pequeño paso atrás en la mejora de la eficiencia energética.
e confirmarse los pronósticos, sería el segundo año consecutivo de retroceso, algo inédito desde 1982.
El G8 espera que el FMI y la AIE se decanten sobre esa hipótesis que culpa a la especulación del fenómeno o prefiera la versión de que la crisis se debe a una producción de crudo insuficiente.