2007, en Camagüey, me referí a la imperiosa necesidad de volvernos hacia la tierra, hacerla producir más.
Esto significa que el PIB y las nuevas necesidades de petróleo crecerán al mismo ritmo, un pequeño paso atrás en la mejora de la eficiencia energética.
El catedrático de Estructura Económica de la Ramon Llull augura que la recesión durará diez años